11 de noviembre de 2010

Cuando es mejor no recordar


A veces, con solo una mirada las cosas no quedan claras. Otras, es suficiente verlas una vez. Y otras, quisieras nunca haberlas visto. ¿Por qué?
¿Por qué cerramos los ojos al besar a alguien? ¿Acaso no queremos ver a ese alguien? Muchas veces la persona que amas es la que estás besando, ¿no queremos ver a los ojos, bien de cerca, a la persona que amamos?
Quizás lo que hacemos al cerrar los ojos, es grabar el momento en la mente. Pero aún así, ¿cómo lo recordamos sin una imagen?
Cuando nos asustamos por algo, ¿por qué cerramos los ojos repentinamente?. Es simplemente un reflejo, o ¿algo más? En ese caso, es mejor cerrar los ojos. Ese susto, ese miedo, nos aterroriza y lo único que queremos es cerrarlos para después no recordar.
Es raro ¿no?. Para soñar, cerramos los ojos, para tener pesadillas, también. No queremos recordar las pesadillas que tuvimos cuando cerramos los ojos. Pero aún así ¿las tenemos en la cabeza?. Cerrar los ojos para soñar, para no ver algo más. Pero igual vemos imagenes, un mix de imagenes formando ese sueño o pesadilla. Lo tenemos en la cabeza, y al mismo tiempo no. Abrimos los ojos, y al rato podemos olvidar lo que soñamos.
¿No era que cuando cerrabamos los ojos no queriamos ver, para luego no recordar? ¿Ahora es al revés? ¿Si abrimos los ojos olvidamos?
Ojos. Se abren, se cierran. Recuerdan, olvidan.

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